Moca –
Este miércoles fueron arrestadas dos mujeres por tratar de introducir drogas al Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta, en Moca.
Una de las apresadas responde al nombre de “Viruta”, quien manifestó asombro y aseguró haber sido engañada por una amiga cercana.
Según explicó, la amiga le había pedido un favor: que le llevara un paquete a su esposo, quien se encontraba recluido en el centro. Su compañera le aseguró que se trataba de productos de higiene personal.
Sin verificar el contenido del paquete, decidió ayudar a su amiga llevándole esos artículos a su esposo.
“Ella me dijo que era detergente, que su pareja lo necesitaba. Yo confiaba en ella; no imaginé que me estaría utilizando de esa manera”, expresó la detenida entre lágrimas.
La mujer resaltó que su amiga se aprovechó de su buen corazón para involucrarla en una actividad ilícita, de lo cual “Viruta” se arrepiente profundamente.
Las autoridades correspondientes iniciaron una investigación para determinar la veracidad de lo expresado por “Viruta”. Para ello, se están entrevistando a testigos y analizando los teléfonos celulares de las dos mujeres detenidas, con el fin de obtener más información.
Este caso ha generado conmoción en la comunidad, ya que refleja la complejidad de las relaciones interpersonales y el riesgo de confiar ciegamente en los demás.
Asimismo, pone de manifiesto la vulnerabilidad de algunas personas ante la manipulación y las exigencias sociales.
Casos como este demuestran que nunca se puede llegar a conocer completamente a una persona. Las máscaras que las personas se colocan pueden ser tan convincentes que resulta difícil distinguir entre la verdadera identidad y la apariencia.
En ese sentido, también se extrapola la necesidad de confiar en los demás. Ese vínculo con las personas que nos rodean, en ocasiones, nos pone en riesgo, como ocurrió en el caso de “Viruta”.
