
Duarte, San Francisco de Macorís
Fue hallado un preso muerto el día de ayer, sábado 14 de diciembre, en el Centro de Corrección y Rehabilitación Vista al Valle, en San Francisco de Macorís, provincia Duarte. Se presume que el reo se quitó la vida utilizando un hilo cuando lo sacaron del área de aislamiento. Según la información obtenida, se presume que al convicto le habían propinado una golpiza horas antes de ponerlo en la celda de aislamiento.
Hasta el momento no se conoce la identidad del fallecido, solo se sabe que fue trasladado del centro penitenciario de Samaná
Según testigos, durante la noche del viernes el reo vociferaba: “¡Me quieren matar, me quieren matar!”. Unos minutos después, un agente penitenciario y un supervisor lo sacaron al área denominada “reflexión”, en la cual los reclusos están bajo observación para evaluar su comportamiento después de haber estado aislados. Sin embargo, en esta ocasión, el occiso estaba solo y, en ese instante, supuestamente se quitó la vida con el hilo.
Se dice que el fallecido pasó la noche en el área de reflexión y no recibió asistencia de ninguna persona, lo cual podría haber afectado su salud mental, ya deteriorada por el aislamiento.
“Por eso es que yo digo que no están aptos para tratar con privados de libertad, y más en esta cárcel, que tiene muchas deficiencias en las áreas de salud, comida y muchas cosas más”, expresó una fuente anónima.
En las cárceles dominicanas, ser privado de libertad es casi una sentencia de muerte. Si no te matan los golpes, mueres de hambre o por alguna enfermedad.
“Aquí no hay casi ayuda; al ser uno privado de libertad, no le hacen caso a lo que le pasa a uno”, agregó la fuente anónima.

La realidad de las cárceles
Violencia indiscriminada por parte de los guardias de seguridad
“A cada rato estoy denunciando los maltratos a los presos; les dan tantos golpes que luego se mueren. A ellos no les conviene”, afirmó Rebbeca Hernández, representante de los Derechos Humanos en San Francisco de Macorís.
Según datos ofrecidos de forma anónima, entre 20 y 30 reos mueren al año por los golpes ocasionados por los guardias.
Cabe mencionar que el centro penitenciario no cuenta con un sistema de vigilancia por cámaras. Edwin Marine, coordinador de la Defensa Pública de esta ciudad, indicó que nunca ha visto cámaras funcionando. Rosa Sánchez, directora del CCR, confirmó que no existe tal sistema.
Salud para los privados de libertad
Una pequeña habitación es destinada como área de salud, sin atención digna, sin medicamentos y sin asistencia psicológica adecuada.
“No veo eso aquí. Solo viene el psicólogo si le van a dar a alguien la libertad condicional”, señaló una fuente anónima.
La alimentación en las cárceles
En la cárcel de San Francisco de Macorís, la comida parece ser un privilegio. Los internos se quejan de los precios elevados.
“Aquí debe venir un control de calidad para ver si los precios están iguales que en las calles”, comentó un interno.
Presos sin juicio
El uso indiscriminado de la prisión preventiva está presente en este centro penitenciario y sigue siendo el talón de Aquiles del sistema judicial del país.
“Hay algunos presos a los que les ha pasado eso, sí”, confirmó un testigo.
La corrupción en las cárceles
La corrupción policial no solo existe en las calles, también dentro de las cárceles.
“Claro que los agentes cogen dinero. Ellos mismos entran la droga y los celulares, y luego mandan a otros a requisarlos para quitárselos”, explicó un interno.
Una muerte rodeada de misterios
El recluso fue trasladado desde Samaná y, horas después, apareció muerto. Es importante señalar que el centro penitenciario de San Francisco de Macorís no cuenta con cámaras de seguridad. Además, fue dejado solo en un área de vigilancia, específicamente en la sala de reflexión, Un interno le había administrado una inyección tras haber recibido una supuesta golpiza.
Supuestamente, un director identificado como Raymundo le dio una bofetada horas antes de su deceso.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) aún no ha dado una respuesta concreta sobre el hecho. Al lugar se presentaron agentes del DICRIM (Policía Nacional), quienes procedieron a entrevistar al reo que le había puesto la inyección al fallecido.