Autoridades en Corea del Sur logran arrestar al destituido presidente Yoon Suk-yeol en su segundo intento

SEÚL.– El destituido presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, fue arrestado por las autoridades del país asiático en la mañana de este miércoles, luego de varias horas de tensión en los alrededores de su residencia.
Yoon, quien está siendo investigado por insurrección y abuso de poder, es el primer presidente surcoreano en la historia en ser detenido durante su mandato. Su destitución aún debe ser confirmada por la Corte Constitucional de Corea del Sur.
La operación para su arresto se extendió por casi seis horas, desde las 4:20 a.m. (hora local) hasta pasadas las 10:00 a.m.
Los más de 1.000 agentes que llegaron a la residencia presidencial fueron recibidos por multitudes tanto a favor como en contra de Yoon, y tuvieron que superar varias barreras en su camino hacia la puerta de la residencia.
Este fue el segundo intento de arrestar al presidente destituido.
El 3 de enero, más de 150 agentes de policía intentaron arrestarlo durante varias horas, pero fueron superados en número, primero por una multitud de seguidores del presidente, y luego por un muro humano de escoltas presidenciales dentro de la propiedad.
Yoon puede permanecer detenido hasta 48 horas, después de lo cual los investigadores deberán solicitar otra orden para acusarlo formalmente y que permanezca retenido.
Una operación difícil
La operación que culminó con el arresto de Yoon no fue una tarea sencilla. Según los medios locales, los uniformados que participaron en el procedimiento tuvieron que utilizar escaleras y cortadores de alambre en un clima extremadamente frío para llegar hasta él, cuyos escoltas habían erigido barricadas con el fin de frustrar cualquier intento de detención.
Algunos agentes treparon por los vehículos estacionados en los alrededores de la residencia presidencial, mientras que otros accedieron al recinto a través de una ruta de senderismo cercana.
Yoon Suk-yeol fue destituido por el Parlamento el 14 de diciembre, después de que, diez días antes, declarara brevemente la ley marcial en el país, lo que desató una jornada caótica en Seúl. A pesar de haberse disculpado por sus acciones, tras una votación de los legisladores, fue despojado formalmente de sus poderes y quedó a la espera de un juicio.
Sin embargo, Yoon había permanecido hasta este miércoles refugiado en la residencia presidencial, protegido por la guardia presidencial, y se había negado a cooperar con las autoridades, ignorando todas las citaciones para ser interrogado.
Este lunes comenzó el juicio de destitución en su contra en la Corte Constitucional, pero fue suspendido a los pocos minutos, debido a que Yoon no se encontraba presente.
Por esta razón, los fiscales indicaron que no les quedaba más opción que arrestarlo.
Tras consumarse la detención este miércoles, se hizo pública una declaración en video de Yoon, de 64 años, en la que aseguró que aceptó comparecer ante la Oficina de Investigación de la Corrupción (CIO, por sus siglas en inglés), a pesar de considerar que se está llevando a cabo una «investigación ilegal» en su contra.
En la grabación, de tres minutos de duración, el mandatario afirmó que su decisión fue para evitar «cualquier desagradable derramamiento de sangre».
Los seguidores de Yoon permanecieron fuera de la residencia presidencial durante la mañana del miércoles, expresando su apoyo al presidente destituido e intentando evitar su arresto.
Se espera que Yoon permanezca detenido en una prisión ubicada en Uiwang, provincia de Gyeonggi, aproximadamente a 5 kilómetros de la oficina del CIO.
Reacciones encontradas
La captura del mandatario provocó reacciones divididas.
El Partido del Poder Popular de Yoon calificó su arresto de «ilegal», y el líder parlamentario de la formación oficialista, Kweon Seong-dong, calificó los hechos del miércoles como «lamentables».
En contraste, el líder del opositor Partido Democrático, Park Chan-dae, consideró que el arresto de Yoon demostraba que «la justicia en Corea del Sur está viva». Además, afirmó que la detención del suspendido presidente «es el primer paso hacia la restauración del orden constitucional, la democracia y el estado de derecho».
Mientras el destino de Yoon se define, Corea del Sur está siendo dirigido actualmente por el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, quien ejerce como presidente en funciones. El mandatario interino llegó al poder después de que el primer presidente provisional, Han Duck-soo, también fuera destituido por el Parlamento de mayoría opositora.
¿Quién es Yoon y por qué lo arrestaron?
Yoon, un fiscal estrella convertido en político, llegó al poder en 2022 tras ganar popularidad entre los votantes conservadores gracias a una plataforma antifeminista y una postura de línea dura respecto a Corea del Norte.
Sin embargo, tras asumir la presidencia, se vio envuelto en escándalos personales y enfrentó una oposición cada vez más poderosa. Mientras sus problemas políticos se acumulaban, Yoon declaró brevemente la ley marcial el 3 de diciembre, sumiendo a Corea del Sur, un país con una democracia estable desde hace 40 años, en el caos político.
Su apuesta resultó ser un fracaso, lo que llevó a su destitución por parte del Parlamento e investigaciones penales. Desde que fue despojado de sus poderes, Yoon se ha resistido a los intentos de arresto, lo que ha provocado una mayor agitación política en el país.
Aunque está suspendido, Yoon permanecerá en el cargo hasta que la Corte Constitucional de Corea del Sur confirme su destitución.
Cuando Yoon declaró brevemente la ley marcial en diciembre, citó amenazas de «fuerzas antiestatales» y de Corea del Norte para justificar la medida. Sin embargo, pronto quedó claro que su decisión no había sido impulsada por amenazas externas, sino por sus propios problemas políticos internos.
¿Por qué fue tan complicado arrestarlo?
A pesar de haber sido despojado de sus poderes presidenciales, Yoon sigue teniendo derecho a conservar su equipo de seguridad, y los miembros de este desempeñaron un papel crucial en bloquear su arresto, especialmente durante el primer intento.
Algunos expertos creen que los agentes del servicio de seguridad presidencial (SSP, por sus siglas en inglés) podrían haber actuado por lealtad a Yoon, más que a la oficina presidencial en sí. Señalan que el jefe del SSP, Park Jong-joon, fue designado por el propio Yoon en septiembre.
«Es posible que Yoon haya llenado la organización de personas leales de línea dura precisamente en preparación para esta eventualidad», indicó hace unos días el abogado y experto en asuntos coreanos Christopher Jumin Lee.
Además, el predecesor de Park al frente del servicio de seguridad fue el exministro de Defensa Kim Yong-hyun, a quien acusan de haber aconsejado a Yoon que impusiera la ley marcial.
Park fue detenido para ser interrogado como parte de la investigación criminal en contra de Yoon.