La ruptura necesaria hacia la V RD

“La historia está llena de historias no contadas, de rebeliones que no fueron noticia, de luchas que no aparecen en los libros”.
Eduardo Galeano
Los historiadores suelen dividir la historia de una nación en diferentes repúblicas, para marcar cambios significativos en su estructura política, social, económica, Institucional; estos cambios pueden ser fruto de revoluciones, grandes reformas e intervenciones militares. Que es el caso de la República Dominicana.
La primera República, la que se constituyó formalmente el 6 de noviembre de 1844, sucumbió 17 años más tarde el 18 de marzo de 1861; cuando Pedro Santana, a la sazón presidente de la República y su vicepresidente Antonio Alfau, acudieron al hoy parque Colón y por disposición del Senado de la República (no existía la Cámara de Diputados), tiraron por la borda el sacrificio de Juan Pablo Duarte y los trinitarios. Como traidores entregaron la patria a la reina Isabel II de España y de república volvimos a ser colonia.
La bravura indomable del pueblo dominicano hizo añico a uno de los ejércitos, el español, más poderosos del mundo de ese entonces; y el 16 de agosto del 1863 se pronunció el Grito de Capotillo para restaurar la República, que se constituyó el 14 de septiembre del 1863 cuando se instaló el gobierno provisional, encabezado por Pepillo Salcedo como presidente y Benigno Filomeno de Rojas como vicepresidente de la naciente segunda República.
Esta segunda República se pierde formalmente el 24 de noviembre de 1916 cuando el presidente de los Estados Unidos, el demócrata Thomas Woodrow Wilson nos impuso la ley marcial y declaró formalmente el país bajo ocupación estadounidense; ya los yanquis tenían el control financiero desde el país desde inicio del siglo.
El nacimiento de la tercera República sucede con la salida de las tropas norteamericanas en 1924, luego de una tenaz y desigual lucha contra el mayor imperio del mundo.
Esta tercera República se vuelve a perder el 28 de abril de 1965 con la segunda intervención norteamericana y se recupera después, para iniciar lo que hoy es la cuarta República.
Estamos a 59 años del inicio de la Cuarta República y necesitamos una Quinta República, pero no fruto de otra intervención extranjera, sino de una revolución interna, política , tecnológica, económica y social; que ponga fin a la era de los malos gobiernos y a los atrasos que hemos tenido; que enrumbe a la República Dominicana por el progreso, la generación de riqueza y empleos, de cero analfabetismo, de transparencia y ética en el ejercicio público, de institucionalidad y defensa de los derechos humanos.
Juan Dionicio Rodríguez
30/11/2024