¿Incendios en Jerusalén: ¿Coincidencia o guerra encubierta?
Por primera vez en su historia, Israel cancela su "Día de la Independencia" por incendios masivos

Jerusalén Ocupada: Las llamas que arrasaron las zonas occidentales de Jerusalén ocupado no solo consumieron bosques y hogares, sino que también forzaron la cancelación sin precedentes de las celebraciones del llamado «Día de la Independencia» israelí. El caos se extendió: doce heridos, líneas de comunicación colapsadas y colonos huyendo en desbandada, abandonando vehículos en las carreteras. El ejército se movilizó en alerta máxima, mientras el gobierno solicitaba ayuda internacional urgente a Chipre, Grecia, Italia y Croacia.
¿Accidente o sabotaje?
Aunque las autoridades israelíes atribuyen los incendios a «factores naturales», analistas locales cuestionan esa versión. «Los bosques no arden solos… el clima no explica esto», declaró un experto israelí bajo condición de anonimato. La sospecha crece al recordar otro incendio «accidental» ocurrido días antes en el estratégico puerto iraní Shahid Rajaei, uno de los centros logísticos y militares más importantes del país.
¿Una nueva guerra silenciosa?
La simultaneidad de ambos eventos –ambos oficialmente calificados como accidentes– ha encendido las alarmas entre analistas de seguridad:
– ¿Podría tratarse de una escalada encubierta en el conflicto Irán-Israel?
– ¿Estamos ante una guerra no declarada, librada con fuego en lugar de misiles?
– ¿Marcan estos incendios el inicio de una estrategia de desgaste mutuo?
Consecuencias estratégicas
Más allá de las teorías, los hechos son contundentes: los incendios han expuesto vulnerabilidades críticas en ambos bandos. En Israel, la cancelación de festividades nacionales y el colapso parcial de infraestructuras revelan un costo político inédito. En Irán, el incidente en su puerto clave plantea preguntas sobre seguridad interna.
«Después de este fuego, nada volverá a ser igual», advierte un informe de inteligencia europeo filtrado a este medio. Mientras las cenizas se enfrían, una pregunta flota en el aire: ¿quién encendió la mecha?