
Santo Domingo.- El día después de Acción de Gracias, conocido como «black friday», se ha convertido en una fecha emblemática en muchas partes del mundo. Después de la comida y el tiempo en familia, los consumidores se lanzan a las tiendas en busca de descuentos y ofertas especiales.
Además, el día después de Acción de Gracias es un retrato de la sociedad actual, en la cual el consumo y la reflexión coexisten; y cada individuo decide cómo quiere vivir ese día, como una oportunidad para ahorrar en las compras o como un momento para estar con los seres queridos.

El desfile del consumo
El «black friday» es sinónimo de compras masivas, que comenzó como una tradición en Estados Unidos, que ha cruzado fronteras y se ha convertido en un fenómeno global. Las tiendas, tanto físicas como en línea, ofrecen descuentos que atraen a millones de compradores, ávidos de aprovechar las rebajas previas a las festividades navideñas.
En los últimos años, el «black friday» ha adquirido una nueva dimensión con la llegada de las compras en línea. Las plataformas comerciales han hecho que el evento se vuelva accesible desde cualquier lugar, sin necesidad de desplazarse a las tiendas.
La comodidad de comprar desde el sofá ha ganado terreno y la competencia entre las grandes marcas ahora se da en el espacio digital, esto también ha transformado la manera en que se viven las ofertas.
Las promociones empiezan antes de la fecha oficial y continúan hasta el «cyber monday» (eventos de compras), creando una temporada de descuentos que parece no tener fin.
Sin embargo, este cambio también trae consigo un incremento en las compras impulsivas y en el desafío de mantenerse al margen de las tendencias de consumo.