Santo Domingo.-Hoy, 31 de diciembre, el mundo se prepara para despedir un año lleno de altibajos, retos y aprendizajes, y recibir con esperanza y optimismo el año nuevo.
Este día se toma como una jornada de reflexión, de evaluación personal y colectiva, donde millones de personas, desde distintos puntos del planeta, miran hacia atrás para entender lo que sucedió y hacia adelante para visualizar lo que desean lograr.
A pocas horas para terminar el 2024, , y si bien no todos los eventos de este año fueron fáciles, cada día dejó huellas profundas. Para muchos, fue un periodo de adaptación a nuevas realidades, ya sea por cuestiones de salud, cambios económicos o transformaciones sociales. Sin embargo, también fue un año de avances tecnológicos, reencuentros familiares y una creciente conciencia sobre la sostenibilidad y el bienestar colectivo.
Desde las importantes elecciones políticas en diversos países, hasta los avances en la lucha contra el cambio climático, el 2024 estuvo marcado por una serie de acontecimientos que, aunque desafiantes, nos han mostrado la resiliencia de la humanidad. Las pérdidas y los conflictos, por supuesto, también dejaron su marca, pero a través de ellos se destacó el poder de la solidaridad y la unidad en tiempos difíciles.
Es común que el 31 de diciembre sea una jornada en la que reflexionamos sobre los logros alcanzados, pero también sobre los objetivos no cumplidos. Las redes sociales, por ejemplo, se llenan de resúmenes del año, recordando a la gente sus momentos felices, sus conquistas y también sus derrotas. Pero, sin duda, lo importante es el aprendizaje y la oportunidad que brinda el fin de año para mejorar.
A medida que el reloj avanza, las expectativas para el nuevo año comienzan a tomar fuerza. Los propósitos de año nuevo son una tradición mundial: hacer ejercicio, aprender algo nuevo, viajar, mejorar la salud mental y emocional, o simplemente disfrutar más de los pequeños momentos de la vida. Es interesante ver cómo, a pesar de las dificultades que todos enfrentamos, el final de año nos inspira a creer en la posibilidad de un mejor comienzo.
Al caer la noche, el ambiente se llena de entusiasmo y esperanza. Las calles se iluminan con luces de colores, los hogares se llenan de risas y celebraciones, mientras los fuegos artificiales marcan la transición entre un año que se va y otro que comienza. Los abrazos, las cenas familiares, las fiestas y las promesas de renovación se vuelven el centro de la atención.
En ciudades de todo el mundo, las grandes multitudes se reúnen para vivir los últimos momentos del año, mientras algunos se preparan para los rituales de despedida, como comer 12 uvas al sonar de las campanadas, o escribir deseos en papeles que luego se queman para purificar el alma.
¡Feliz Año Nuevo a todos, que el 2025 esté lleno de nuevas oportunidades, salud y amor!
