Mira de donde viene Tres Patines

El Origen del Personaje Tres Patines: Una Leyenda del Humor Cubano Inspirada en «Jura Decir la Verdad»
En el vasto universo de la comedia cubana, pocos personajes tienen el impacto y la trascendencia de Tres Patines. Con su inconfundible estilo, su humor irreverente y sus divertidas metidas de pata, este personaje se ha ganado un lugar de honor en la memoria colectiva del pueblo cubano. Pero lo que muchos no saben es que Tres Patines no surgió de la nada: su origen está íntimamente ligado al programa radial y televisivo Jura decir la verdad, un espacio humorístico que, en su momento, marcó un hito en la radiodifusión de Cuba.
El Nacimiento de Tres Patines
Leopoldo Augusto Fernández Salgado, conocido popularmente como Tres Patines, nació el 26 de diciembre de 1904 en Jagüey Grande, Cuba. Con una carrera que abarcó desde el teatro hasta la radio y la televisión, Fernández se convirtió en uno de los comediantes más destacados de su país. Pero su personaje más famoso, «Tres Patines», nació dentro del contexto de Jura decir la verdad, un programa de radio que comenzó a emitirse en Cuba en la década de 1940.
En Jura decir la verdad, se interpretaba una especie de tribunal cómico en el que los personajes protagonizaban situaciones absurdas, cargadas de humor y enredos, mientras intentaban «jurar» la veracidad de sus historias. Este formato, que se destacó por su tono satírico y jocoso, se convirtió en una plataforma ideal para que el personaje de Tres Patines fuera moldeándose, dando origen a una de las figuras más entrañables de la radio cubana.
La Caracterización del Personaje
El personaje de Tres Patines, interpretado por Leopoldo Fernández, se destacó por su torpeza y su capacidad para meterse en problemas a causa de su lengua afilada y sus comentarios absurdos. Su nombre, «Tres Patines», hacía referencia a la manera en que se comportaba: torpe, descoordinado y con una suerte de «patinazos» verbales que lo colocaban en situaciones cómicas y enredos judiciales.
El humor de Tres Patines era directo, popular y lleno de características de la idiosincrasia cubana, lo que permitió que rápidamente se ganara el cariño del público. La fórmula era sencilla pero eficaz: la interacción de Tres Patines con el personaje del «Juez», interpretado magistralmente por Aníbal de Mar, y la participación de otros personajes, creaba situaciones cómicas que sacaban carcajadas a los oyentes y, más tarde, a los televidentes.
De «Jura Decir la Verdad» a «La Tremenda Corte»
Tras el éxito inicial del programa Jura decir la verdad, en 1941 se estrenó el icónico programa La tremenda corte, que amplió el formato judicial de Jura decir la verdad, llevando a Tres Patines y su «tribunal cómico» a nuevos niveles de popularidad. A través de este espacio, Tres Patines alcanzó la cima de su fama, convirtiéndose en una figura esencial de la comedia cubana.
El programa, que duró varias décadas, no solo consolidó a Leopoldo Fernández como uno de los humoristas más importantes de Cuba, sino que también le permitió al personaje de Tres Patines consolidarse como una leyenda del entretenimiento cubano. A lo largo de los años, el personaje se mantuvo vigente en la radio, en grabaciones de CD, VHS y DVD, y sigue siendo una pieza fundamental de la cultura popular cubana.
El Legado de Tres Patines
El éxito de Tres Patines se debe a su capacidad para conectar con el público a través de situaciones cotidianas y absurdas. Aunque el personaje de Tres Patines surgió dentro de un contexto específico, su trascendencia ha llegado más allá de Cuba, siendo considerado un emblema del humor latinoamericano.
La influencia de Tres Patines se mantiene viva en la actualidad. De hecho, como homenaje a su legado, la cadena Televisión Cubana ha estrenado una nueva versión de La tremenda corte titulada ¿Jura decir la verdad?, que mantiene el espíritu y la esencia del querido personaje. Su figura ha trascendido generaciones, y sigue siendo recordada con cariño tanto en Cuba como en el resto del mundo.
En resumen, Tres Patines no solo es una pieza clave en la historia del humor cubano, sino que también es el reflejo de una época dorada de la radio y la televisión en Cuba. Su origen, vinculado al programa Jura decir la verdad, marca el punto de partida de un personaje que, con su torpeza y su inconfundible estilo, se convirtió en un ícono de la comedia que sigue haciendo reír a los cubanos hasta el día de hoy.