La investidura presidencial en EE.UU., una liturgia moldeada con el paso del tiempo

El frío extremo que azota Washington ha obligado a que la segunda investidura de Donald Trump rompa con la tradición de celebrarse al aire libre, marcando un nuevo capítulo en la historia de esta ceremonia, rica en simbolismo y que ha evolucionado con el paso del tiempo. El primer presidente de Estados Unidos, George Washington, juró el cargo el 30 de abril de 1789 en una austera ceremonia en el Congreso, que en ese entonces se encontraba en Nueva York. No fue sino hasta 1933 que la Constitución estableció el 20 de enero al mediodía como la fecha oficial para la toma de posesión. Sin embargo, no establece otros requisitos, lo que ha permitido que la ceremonia se vea acompañada de más eventos y pomposidad a lo largo de los años.
Juramento en el Capitolio
En el último siglo, el Capitolio de Washington ha sido el escenario de la mayoría de las investiduras. Inicialmente, estas se realizaban en el pórtico este del edificio, pero desde la toma de posesión de Ronald Reagan en 1981, la ceremonia se ha llevado a cabo en la emblemática escalinata frente a la Explanada Nacional. No obstante, ha habido algunas excepciones, como la investidura de Franklin D. Roosevelt en 1945, que se celebró en la Casa Blanca, o cuando el vicepresidente Lyndon B. Johnson asumió la presidencia a bordo del avión Air Force One tras el asesinato de John F. Kennedy.
Debido a la ola de frío que afecta la capital, Trump tomó la decisión de última hora de realizar su segunda investidura en el interior del Congreso, en la Rotonda del Capitolio, el mismo lugar donde Ronald Reagan juró para su segundo mandato en 1985, también debido a las bajas temperaturas.
La multitud en la Explanada Nacional
Trump, quien ha mostrado siempre una fuerte obsesión por las grandes multitudes, se quedará sin la tradicional fotografía de su juramento frente a los cientos de miles de personas que usualmente se congregan en la Explanada Nacional.