Santo domingo –
En las próximas horas podríamos tener información impactante relacionada con la muerte del teniente, así como detalles sobre personas de alto interés para la investigación, a quienes les estamos dando seguimiento”, enfatizó Diego Pesqueira, en su momento. Sin embargo, aquellas palabras que parecían un rayo de esperanza se han convertido en un silencio absoluto.
El caso del asesinato a sangre fría del segundo teniente Ramón Antonio Cabrera Ferrer, ocurrido en el sector María Auxiliadora del Distrito Nacional, sigue sin resolverse. Parecería que al Ministerio de Interior y Policía no le interesa avanzar en las investigaciones.
¿Por qué no se sigue investigando? ¿Por qué no se ha esclarecido este crimen?
Algunos señalan que podría haber un intento deliberado de ocultar que otros agentes del mismo cuerpo policial fueron los responsables de la muerte de Cabrera. Incluso se ha especulado que podría estar relacionado con préstamos de dinero que Cabrera, ofrecía a sus compañeros policías.
Este caso está rodeado de un mar de preguntas. Mientras tanto, Diego Pesqueira, el vocero de la Policía Nacional, guarda silencio. Por su parte, Faride Raful tampoco ha tomado acción al respecto. Parece que el tiempo ha borrado la urgencia, y el sufrimiento de los familiares, la esposa, los hijos y los hermanos del teniente ha quedado en el olvido.
Cabrera Ferrer era un hombre de fe que tuvo una muerte trágica. Lo más confuso del caso es que presuntamente fueron otros agentes quienes le arrebataron la vida. Fuera de esta acusación, no se han ofrecido más detalles. Las declaraciones prometidas por Pesqueira siguen sin llegar, a pesar de que en otros casos ha ofrecido respuestas rápidas y claras.
Entonces, ¿qué necesita el Ministerio de Interior y Policía para resolver este caso? ¿Por qué la investigación avanza tan lentamente?
Estas son solo algunas de las interrogantes que rodean el caso Cabrera. La justicia es esencial para que un sistema democrático funcione plenamente. Si el gobierno no es capaz de garantizar la seguridad de los policías, ¿cómo puede ofrecer seguridad a los civiles?.
El caso Cabrera, no debe convertirse en otro expediente olvidado. Los familiares y amigos exigen una respuesta concreta y contundente del gobierno. La justicia debe prevalecer.
