Santo Domingo, República Dominicana
Luego de las frecuentes denuncias sobre supuestos abusos a los que son sometidos los menores en los hogares de paso, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) y el Centro de Atención a la Primera Infancia (CAIPI) se han puesto en la mira de la sociedad dominicana, debido a varios sucesos traumáticos que han salido a la luz en los últimos años.
Desde 2020, estas entidades encargadas de salvaguardar, educar, alimentar y velar por la seguridad de los niños y adolescentes se han visto envueltas en polémicas y críticas.
Caso más reciente
El 10 de Noviembre del presente año, a través de las redes sociales, una mujer denunció mediante un video, que su hija de dos años había sido agredida con 17 mordidas y 4 hematomas en el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) en el sector los minas, avenida San Vicente de Paul. En el video se podían observar mordeduras y moretones evidentes en el cuerpo de la niña.
Además de estas denuncias, se recuerda el trágico caso de un niño que cayó en una cubeta con agua en 2022, en San Francisco de Macorís, y lamentablemente murió ahogado.
No solo muertes, también descuidos
Tras este incidente, unas ocho niñas se escaparon del hogar de paso de CONANI en el sector V Centenario, en el Distrito Nacional. Las menores habrían aprovechado la madrugada para huir del centro.
En una entrevista realizada por el periódico digital “Ojo Público” la psicóloga educativa quien no quiso revelar su identidad por asunto de seguridad, explicó que muchas veces los trágicos sucesos ocurridos en estas fundaciones, empleados no muestran interés por salvaguardar los niños que se encuentran bajo sus responsabilidades, porque su preocupación es que el ministerio de trabajo les haga un aumento de salario.
«Estos casos ocurren por negligencia del personal, debido a la falta de aumento salarial, que es una de las principales quejas, además de los bonos reglamentarios, que muchas veces no llegan a tiempo, o incluso el sueldo 14, que en ocasiones tampoco se otorga, y sin embargo se informa como si se hubiera entregado».
Padres de niños que asisten a instituciones como el INAIPI y CONANI aseguran que las debilidades del sistema de protección han sido sistemáticamente ocultadas.
