EE.UU. pone fin a la protección para haitianos y abre la puerta a deportaciones masivas
Washington.-El gobierno de Estados Unidos ha anunciado la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para cerca de medio millón de haitianos, lo que podría derivar en una ola de deportaciones masivas en los próximos meses. A partir del 3 de agosto de 2025, los beneficiarios perderán sus permisos de trabajo y quedarán expuestos a la deportación.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) justificó la medida argumentando que el TPS ha sido “explotado y abusado” durante décadas. Según datos oficiales, en 2011 se estimaba que 57,000 haitianos eran elegibles para el TPS, pero la cifra se disparó a más de 520,000 en 2024.
Rechazo y preocupación por la crisis en Haití
La decisión ha sido duramente criticada por organizaciones de derechos de los inmigrantes y la comunidad haitiana en EE.UU. Tessa Petit, directora de la Coalición de Inmigrantes de Florida, calificó la medida como “absolutamente inhumana”, dado el contexto de violencia, crisis política y pobreza extrema en Haití.
Por su parte, Farah Larrieux, inmigrante haitiana en Florida, advirtió que “nadie está a salvo en Haití”, señalando que muchos deportados enfrentarán un destino incierto y peligroso en su país de origen.
Incertidumbre sobre el futuro de los afectados
Aún no está claro cómo ni con qué rapidez se ejecutarán las deportaciones, ya que muchos podrían recurrir a recursos legales para evitar su expulsión. Además, el propio gobierno haitiano ha expresado su preocupación sobre su capacidad para recibir y reinsertar a los deportados en medio del caos que vive la nación caribeña.
Esta medida se suma a la reciente revocación del TPS para más de 600,000 venezolanos, lo que ha generado demandas legales contra el gobierno de EE.UU., al considerar que estas acciones van en contra de los principios humanitarios.
El TPS es un programa creado en 1990 para proteger a ciudadanos de países afectados por conflictos o desastres naturales. Su eliminación para Haití marca un giro drástico en la política migratoria estadounidense y deja en la incertidumbre a cientos de miles de personas que han construido sus vidas en EE.UU.
